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El atardecer significa reflexión, pensar en lo que se ha hecho durante el día. Significa paz y cambio. Contemplar un atardecer tiene el poder de cambiarnos el estado de ánimo, de enamorarnos, de hacernos ver el lado hermoso de la vida.

Todos sabemos la magia de un bonito atardecer, pero no todos son iguales. En Cádiz no nos hacen falta filtros: aquí la gama de colores que abraza los rosados, anaranjados y violetas son cortesía de la casa.

Se acerca el momento del día y no sabes dónde ir?, el atardecer más votado por vosotros en el gran concurso de atardeceres de Condé Nast Traveler es la playa de la Caleta. 

La playa de Cádiz por excelencia, la única situado en el casco histórico, nos hace poner la piel de gallina mientras miramos atentamente cómo el sol cae dormido en el horizonte. 

Se trata de minutos que nos encantaría que duraran horas. No nos cansamos de admirar un espectáculo que la naturaleza nos brinda. Los móviles y cámaras intentan en captar el momento, pero sin duda, la mejor opción es la retina ya que es la única capaz de captar tal abanico de colores en su arrebol.

No solo encontraremos un atardecer de espectáculo, si no que además sobre el mar, un abundancia de barquitas de pescadores se dejan mecer por las olas. La brisa marina que todo lo envuelve, el olor a sal y a caballa asada no te dejará indiferente.

 

La Caleta es mucho más que una playa pintoresca, al mismo tiempo para los gaditanos es todo un emblema de la ciudad y de su cultura trimilenaria.

 

¿Sabías que nos encontramos a 200m de la playa de la Caleta?